Chan Si Jing y Chan Si Gong


Chan Si Jing (energía que gira en espiral) es una expresión de la energía  que a través de la postura física y el movimiento impulsado desde el Dan Tian inferior (Chan Si Gong), expresa sus características de conexión entre todas las partes, continuidad y cambio constante.

Los ejercicios de Chan Si Gong permiten trabajar Chan Si Jin y desarrollar la fuerza en espiral del Tai Chi. Son secuencias sencillas de movimientos, que se practican repetidas veces movilizando prácticamente todas las articulaciones de nuestro cuerpo y utilizando sólo la fuerza de los músculos necesarios en cada momento, implicándolos de un modo preciso y ordenado. Su práctica es considerada esencial para entender las estructuras o formas (Taolu), pues sintetizan la base de todos los movimientos que se realizan en las formas complejas y permiten abordar de manera más accesible los principios fundamentales de la práctica de Tai Chi. Además, la repetición constante de Chan si Gong permite ganar conciencia y mejorar la percepción sobre la propia relajación, equilibrio y elasticidad durante el movimiento, por lo que estos ejercicios también tienen un alto componente meditativo.


La estructura corporal en el cultivo de Chan Si Jing

Cuando hablamos de estructura corporal en Tai Chi o Chi Kung, tenemos en cuenta todos los aspectos involucrados en la práctica a nivel psicofísico, emocional y espiritual.

Cabeza liviana y mente despierta

Mantener la cabeza derecha alineada con la espalda, sin sostener demasiado la tensión, soltando la rigidez del cuello y relajando los músculos del rostro. Conservar la atención serena y alerta en la práctica, para de esta manera mantener la mente en calma, apartando los pensamientos distintos a la toma de conciencia de cada movimiento.

Relajar el pecho y mantener la espalda erguida

Impedir que al respirar el aire se quede confinado en la parte alta del cuerpo, pues esto provoca estrechez y rigidez en la parte superior del cuerpo; mientras parte inferior se vuelve demasiado liviana y flotante, lo que hace perder firmeza y equilibrio. Al mantener la espalda estirada, pero no rígida, la columna vertebral sirve de soporte y canaliza correctamente la energía desde la parte inferior, hacia los miembros de la parte superior.

Cintura, cadera y coxis, relajación de la zona lumbar

Relajar la zona lumbar, que es la unión entre el arco de las piernas y el arco de la espalda. De su relajación y alineación depende la distribución de la energía que hacia los pies. Redondear el coxis, sin  forzarlo ni tensar la zona lumbar, evitando que sobresalga hacia atrás. La postura se debe sentir natural sin que el cuerpo emita una sensación de contracción o desarmonía en esa zona.

Relajar los hombros y los codos

Los hombros se mantienen sueltos sin levantarlos y sin apretarlos contra las axilas, para no colapsar la estructura de arco formada por los brazos. Los hombros se alinean con las caderas, y los codos se dejan caer dejando un volumen de espacio sensible entre los brazos y los costados. Esta estructura permite el movimiento elástico de los brazos y la circulación del Chi (Qi).

Unir la mente, el cuerpo y el espíritu, desde la atención hacia la sensibilidad

Nuestra estructura psíquica impide que exista en cada momento más de un solo pensamiento. El objetivo en cualquier actividad que exija destreza es ser capaz de dirigir nuestros actos desde la sensibilidad 'hacerlo sin pensar'.


A través de la atención, de la observación de un elemento (por ejemplo una parte de nuestro cuerpo), automáticamente nuestra mente se calma impidiendo la atención a pensamientos que pudieran causar inquietud. Manteniendo la consciencia en el movimiento iremos encontrando la 'quietud' del espíritu durante el movimiento. Esta quietud de espíritu nos permite la apertura de la sensibilidad, y aunque nuestra mente impida más de un pensamiento a la vez, la sensibilidad por el contrario nos permite ser conscientes de muchos estímulos al mismo tiempo, siendo posible tomar consciencia de todo cuanto ocurre dentro y fuera de nosotros simultáneamente.

Respiración natural

Sentir y dejar que se exprese el ritmo de la respiración, sin tratar de modificarlo, para que naturalmente se armonice con nuestro movimiento interno, iremos descubriendo a través de la práctica la relación de la respiración con los movimientos. No es recomendable en principio, tratar de ajustar sistemáticamente la respiración al movimiento. Sin embargo puede resultarnos didáctico experimentar por momentos, modificando la duración de las fases de inhalación y exhalación o su relación con el movimiento. De esta manera, mediante la observación y la constancia en la práctica, respiración y movimiento tenderán a ajustarse naturalmente.


Indicaciones para la práctica de Chan Si Gong

Prevalece el uso de la intención sobre el uso de la fuerza

La intención (Yi) guía al Chi, y el Chi guía al cuerpo y produce el movimiento. De esta manera los movimientos se vuelven suaves y ágiles, libres de las fricciones que provoca el uso inadecuado de la fuerza muscular. La intención de movernos elásticamente, condiciona poco a poco nuestra energía para que se mueva de cierta manera. Los movimientos encadenados sin rupturas y sin llevarlos hasta sus extremos, nos permite la continuidad y elasticidad entre un movimiento  y el siguiente, repercutiendo en nuestra condición física, que tenderá a volverse más elástica. Cuando la intención se focaliza exclusivamente en utilizar la fuerza muscular, los movimientos, por el contrario tienden a volverse rígidos y a dispersarse de nuestro centro, provocando desorden y dificultad en su ejecución.

Aplicar la expansión y contracción de nuestra energía y tomar conciencia de lleno y vacío

La expansión de nuestra intención desde el centro hacia la periferia de nuestro cuerpo (expansión) y desde la periferia hacia el centro (contracción), en combinación con la oscilación del peso al movernos crea la sensación interna que unas partes de nuestro cuerpo se 'llenan' (yang) y otras se vacían (yin). En la experiencia profunda de la alternancia entre estas dos fases reside la fuerza interna de nuestros movimientos, su suavidad, estabilidad y su raíz. Además la continuidad entre un movimiento y el siguiente permite estar siempre listos para el cambio y la adaptación a una situación completamente nueva en cada momento. 


Permanecer en calma mientras nos movemos

Para que el Chi circule y se exprese en plenitud de acuerdo a nuestra intención y sin esfuerzos innecesarios, el cuerpo debe permanecer relajado, sin tensiones ni bloqueos, y con cada una de sus partes conectadas al movimiento del centro (Dan Tien). Es importante en este punto tomar conciencia de Zhan Zhuang, liberando las tensiones que no necesitamos y manteniendo una estructura corporal que se mueva de manera simultánea y armónica, como un todo, donde todos sus elementos están conectados entre sí. Respetando la alineación de la estructura, la continuidad y la circularidad, movemos el cuerpo a través de una intención única, dirigiendo el Chi para impulsar de manera natural los movimientos y gracias a la flexibilidad en las articulaciones lograda a través de la práctica, dotar de fluidez y armonía a los movimientos.

Practicar con movimientos lentos para desarrollar la atención plena y la armonía en el movimiento

Un error común es pensar que el Chi Kung o el Tai Chi son prácticas cuya característica principal son los movimientos lentos. No es así, y para entenderlo puede servir la comparación con el aprendizaje de otras artes, como por ejemplo la música. A alguien que comienza a aprender música no se le van a pedir ejercicios en los cuáles tenga que interpretar melodías complejas, con cambios de ritmo constantes, ejecutando las notas a gran velocidad. Por el contrario se enseña a interpretar cada nota lenta y ordenadamente en una escala sencilla, un repetido número de veces hasta que se interioriza y se vuelve sencilla y natural su interpretación. A partir de ese momento se puede añadir complejidad y velocidad, encadenando distintas melodías y cambios de ritmo. En la práctica de Chi Kung y sobretodo de Tai Chi sucede lo mismo. La práctica inicialmente lenta y a velocidad constante, nos permite desarrollar y armonizar la energía para que se mueva con fluidez. La lentitud permite economizar energía y almacenarla, además de favorecer nuestra presencia en el movimiento, lo cual conduce a una mayor sutileza en la percepción del cuerpo, el espacio y la energía. De esta manera, más adelante se podrá experimentar un aumento en la velocidad y potencia de nuestra energía sin perder la estabilidad, la elasticidad, la continuidad y la presencia en las acciones rápidas e imprevistas. La profundización en nuestra práctica nos permitirá poco a poco ir eliminando los esfuerzos superfluos para movernos con mayor vigor y velocidad manteniendo la esencia del movimiento.

Principios para la ejecución de los ejercicios de Chan Si Gong

1. Postura cómoda, relajada y natural

2. Aprendizaje de la secuencia

3. Los movimientos surgen desde el Dantian inferior

4. Observación del movimiento interno de oscilación

5. Mantener la alineación de la estructura, comprobando que se cumplen las conexiones corporales (3 armonías externas) durante los movimientos:

     a.- Hombros y Caderas

     b.- Codos y Rodillas

     c.- Manos y Pies

   y todos ellos conectados al centro. (Dan Tien) 

6. Circulación de la energía a través de nuestra intención, desde la periferia al dantien y desde el dantien a la periferia con movimientos uniformes, identificando las fases de Yin y Yang en su ejecución.

Beneficios que nos aporta la práctica de Chan Si Gong

  • Se nutren las articulaciones, tendones, músculos y mejora la circulación sanguínea.
  • Fortalece el tejido conectivo y aumenta la secreción  de líquido sinovial que lubrica las articulaciones, manteniendo su flexibilidad y dando libertad a todos nuestros movimientos.
  • Se desarrolla la energía en espiral dentro del cuerpo y la conexión de las vías miofasciales.
  • Incrementa la coordinación y movilidad de hombros, espalda y cintura.
  • Genera y fortalece las conexiones para la circulación fluida de la energía a través de todo nuestro cuerpo.
  • 8 Ejercicios de Chan Si Gong







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