Primero el 1, luego el 2
Cada cosa que decidamos hacer merece dedicarle el tiempo, la atención y la presencia necesarios. Cada momento de nuestra vida tenemos la oportunidad de vivirlo en 'modo historia', o bien en 'modo presencial'.
El 'modo historia' generalmente trae adheridas impresiones, sensaciones que generan emociones, unas agradables y otras desagradables. Cuando surgen las emociones desagradables, casi siempre las queremos saltar, no estar ahí cuando llegan, y para escapar recurrimos a nuestra historia personal, investigando la situación en referencia a situaciones parecidas de nuestro pasado. Interpretando la nueva situación según nuestras creencias para tomar una decisión sobre como actuar (o no hacerlo), con la finalidad de saber como nos vamos a sentir después de que pase todo esto. Si nuestra conclusión es que vamos a salir bien parados, podemos sentir cierta calma, pero si el resultado de la proyección nos dice que no va a ser lo que nosotros queremos, la sensación interna será de incomodidad, de negatividad, de ansiedad, nerviosismo, tristeza, rabia,... etc.
Si en esos momentos pudiéramos concentrarnos en la actividad del momento, en lo que estamos haciendo justo ahora, podríamos sentir comodidad o incomodidad, ligereza o pesadez, fluidez o esfuerzo, calma o aceleración, pero veríamos que todas estas sensaciones son pasajeras, cambiantes, por lo tanto no hay nada que hacer para tratar de modificarlas. Solamente podemos observarlas mientras ocurren, sabiendo que en cualquier momento pueden cambiar. De esta manera, ¿Cómo podemos preocuparnos?