El diálogo del Qi, la alternancia entre Yin y Yang

Practicar Tai Ji es prestarle atención al diálogo que ocurre en nuestro cuerpo entre Yin y Yang, entre vacío y lleno, entre expansión y contracción. Es presenciarlo y soltarse a que ocurra de manera natural. La atención plena que se requiere en la práctica es una de las tareas que puede resultar más costosa, debido a que es relativamente fácil distraerse.

Practicar Tai Ji es prestarle atención al diálogo que ocurre en nuestro cuerpo entre Yin y Yang, entre vacío y lleno, entre expansión y contracción. Es presenciarlo y soltarse a que ocurra de manera natural. La atención plena que se requiere en la práctica es una de las tareas que puede resultar más costosa, debido a que es relativamente fácil distraerse.
Practicar por ejemplo la forma distraídos puede suponer posturas desalineadas y movimientos inadecuados, desde un punto de vista articular, muscular, marcial, etc. Además es suficiente una mínima distracción para incurrir en uno o varios de estos errores, incluso sin ser conscientes.

La plena atención se cultiva con la práctica atenta y constante, volviéndose cada vez más accesible y profunda, y abarcando cada vez un mayor espectro de detalles. De esta manera se puede despertar un mayor interés en estar presentes y no perdernos nada de lo que se puede llegar a experimentar durante la práctica.

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