Taiji y el movimiento libre

Utilizamos la forma de Tai Ji como se utilizaría la partitura de una obra maestra para aprender música, pero a quien no es capaz de crear su propia melodía, difícilmente se le puede llamar músico. Tal vez la denominación adecuada podría ser intérprete, sin ningún matiz peyorativo. De hecho, podríamos hablar de grandes intérpretes, capaces de interpretar a la perfección las obras de grandes compositores.

Hay un momento en nuestra práctica, que el cuerpo nos puede llamar a movernos de una manera más libre, fuera de la estructura exacta que requiere practicar las formas o secuencias codificadas, pero teniendo en cuenta los principios fundamentales. Mi opinión es que en esos momentos estamos ante la oportunidad de volver más nuestro el tipo de movimiento característico del Tai Ji, el movimiento interno. Ese que se manifiesta en la calma de pensamientos, en la tranquilidad de espíritu y en la atención a nuestra esencia.

Alineación de la estructura interna Zhan Zhuang (dejar ir) Escuchar/sentir la energía Dan Tian se mueve, el resto del cuerpo le sigue.
En este caso, la energía que mueve el cuerpo no está siendo guiada tanto por los pensamientos como por la memoria de recorridos y movimientos energéticos realizados con anterioridad. Llegados a este punto, un simple pensamiento como 'ahora voy a lanzar un puño', podría resultar un obstáculo en la expresión más íntegra del movimiento Tai Ji. Llegados a este punto la energía parece moverse con voluntad propia, pero no independiente de nosotros. Es cuando se expresa todo el trabajo realizado con anterioridad:
  • Alineación de la estructura interna
  • Zhan Zhuang (dejar ir)
  • Escuchar/sentir la energía
  • Dan Tian se mueve, el resto del cuerpo le sigue.

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